25/10/2023
En el corazón de la capital colombiana, un incidente de inseguridad ha puesto en alerta a la ciudadanía y ha tocado de cerca el mundo de la radio. Gabriela Moreno, una reconocida locutora e imitadora de la popular emisora Tropicana, así como de Caracol, fue víctima de un escalofriante robo con presunta escopolamina en las calles de Bogotá. Este suceso no solo la afectó a ella de manera personal y económica, sino que también resalta la creciente problemática de seguridad que enfrentan día a día los habitantes de la ciudad.

Los hechos se desencadenaron en la madrugada, tras concluir un evento en el sector del Parque de la 93, una zona conocida por su actividad nocturna y cultural en el norte de Bogotá. Gabriela Moreno, acompañada por un amigo, tomó un servicio de taxi en la localidad de Chapinero, con la intención de regresar a casa de manera segura. Lo que comenzó como un trayecto rutinario, pronto se convertiría en una pesadilla que los dejaría en un estado de vulnerabilidad y confusión.
Según relató la propia Gabriela en el programa matutino de Tropicana, '¿Cómo amaneció Bogotá?', el inicio del viaje pareció normal. Conversaban tranquilamente, ajenos a lo que estaba por suceder. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado cuando, de repente, se encontraron en la calle 63, cerca de un motel conocido como Jardín Real. El conductor detuvo el vehículo de forma abrupta y, para su sorpresa, les informó que no podía continuar el servicio y exigió que pagaran la carrera en ese instante, pero no con efectivo, sino específicamente con tarjeta.
Este cambio repentino en el comportamiento del conductor y la demanda inusual de pago con tarjeta en un lugar no solicitado fue el primer indicio de que algo no estaba bien. Gabriela describe este momento como el punto en el que “se desconfiguró todo”. A partir de ahí, los recuerdos se vuelven borrosos y fragmentados. Tanto ella como su amigo no logran recordar cómo ni por qué terminaron entregando sus tarjetas bancarias y pagando sin oponer resistencia ni cuestionar la situación. Esta laguna mental es uno de los síntomas más característicos y aterradores de la sumisión química, a menudo asociada al uso de escopolamina o sustancias similares.
Una vez que el conductor logró su cometido, los dejó abandonados en plena calle, lejos de su destino original. Aturdidos y sin comprender completamente lo sucedido, Gabriela y su amigo tuvieron que solicitar otro servicio de transporte a través de una aplicación para poder finalmente llegar a sus respectivas residencias. Aunque la experiencia fue desconcertante, en ese momento no se percataron de la magnitud del robo que se había perpetrado.
La cruda realidad golpeó a Gabriela horas después, al despertar la mañana siguiente. Al revisar su teléfono celular, se encontró con una serie de notificaciones bancarias que la dejaron helada. Habían realizado movimientos financieros significativos utilizando sus tarjetas. La transacción más impactante fue un retiro o compra por un valor de 4.000.000 de pesos colombianos en un establecimiento identificado como 'Milanas Sports'.
Pero el descaro de los delincuentes no terminó ahí. Las notificaciones también revelaron otra transacción menor, pero igualmente indignante: un tanqueo de gasolina por 23.000 pesos realizado en el barrio Veraguas, ubicado en la localidad de Los Mártires. Esto demostraba que el taxi, utilizado para el robo, continuó operando y que los delincuentes aprovecharon hasta el último centavo de los fondos robados.
La sensación de impotencia y terror invadió a Gabriela al darse cuenta de que no solo le habían robado su dinero, sino también su documento de identidad. La incapacidad para recordar cómo sucedió todo, cómo entregó sus pertenencias más valiosas, la dejó en un estado de profunda conmoción. “Estoy aterrada, no me acuerdo”, confesó la locutora, reflejando el impacto psicológico de haber sido drogada y manipulada.
Ante la evidencia del fraude, la prioridad de Gabriela fue contactar de inmediato a su banco para reportar el robo y solicitar el bloqueo de sus tarjetas. Sin embargo, se encontró con otro obstáculo frustrante. Le informaron que el proceso de bloqueo y la investigación tomarían un tiempo considerable, estimado en 10 días. Esta respuesta tardía en situaciones de fraude puede permitir a los delincuentes seguir utilizando las tarjetas o dificultar la recuperación de los fondos, aumentando la angustia de la víctima.
Es importante destacar que Gabriela no fue la única afectada. Su amigo, quien la acompañaba en el taxi, también fue víctima del mismo robo, perdiendo la suma de 550.000 pesos de su propia tarjeta bancaria. Esto confirma que el ataque fue dirigido contra ambos pasajeros y que el modus operandi del taxista y sus posibles cómplices estaba diseñado para someter a múltiples víctimas a la vez.
Aunque Gabriela no percibió ningún olor extraño dentro del vehículo, un detalle que a menudo se asocia con la escopolamina administrada en forma de gas o impregnada en objetos, los síntomas que experimentó son altamente sugestivos del uso de esta droga o una sustancia similar. Sentirse mareada y con una fuerte migraña, sumado a la pérdida total de memoria del momento clave del robo, apunta directamente a un estado de sumisión química donde la voluntad y la conciencia son anuladas.
La escopolamina, también conocida como burundanga, es una droga que actúa sobre el sistema nervioso central, provocando un estado de somnolencia, confusión y amnesia. Las víctimas bajo sus efectos son fácilmente manipulables y pueden ser persuadidas para entregar dinero, joyas, claves bancarias o acompañar a los delincuentes sin oponer resistencia ni recordar lo sucedido posteriormente. Su uso en robos es una preocupación constante en varias ciudades, incluida Bogotá.
La experiencia traumática de Gabriela Moreno sirve como un recordatorio sombrío de los peligros que acechan en el transporte público no regulado y de la sofisticación con la que operan algunas bandas criminales. La historia, compartida valientemente en su programa de radio, busca alertar a otros ciudadanos para que extremen precauciones y estén atentos a cualquier señal de comportamiento sospechoso por parte de los conductores.
La denuncia pública de Gabriela es fundamental no solo para visibilizar este tipo de delitos, sino también para presionar a las autoridades a investigar y desmantelar estas redes criminales que utilizan métodos tan insidiosos para robar a las personas. La recuperación de los fondos robados y la captura de los responsables es un proceso a menudo largo y complicado, pero la denuncia es el primer paso.
Este incidente también pone de manifiesto la necesidad de mejorar los sistemas de seguridad y respuesta de las entidades bancarias ante casos de fraude. Un proceso de bloqueo de tarjeta que tarda 10 días es inaceptable en la era digital y deja a las víctimas expuestas a pérdidas aún mayores.
A continuación, presentamos un resumen comparativo de las pérdidas reportadas en este incidente:
Víctima | Relación con Gabriela | Monto Robado | Lugar de Transacción (si aplica) |
---|---|---|---|
Gabriela Moreno | Ella misma | $ 4.000.000 | Milanas Sports |
Gabriela Moreno | Ella misma | $ 23.000 | Tanqueo en Veraguas |
Amigo de Gabriela | Acompañante | $ 550.000 | No especificado |
La suma total robada asciende a $ 4.573.000, una cantidad considerable que representa un duro golpe económico para las víctimas.
Preguntas Frecuentes sobre el Incidente:
¿Quién es Gabriela Moreno?
Gabriela Moreno es una locutora e imitadora colombiana, conocida por su trabajo en la emisora de radio Tropicana y también en Caracol.
¿Qué le sucedió a Gabriela Moreno recientemente?
Fue víctima de un robo en Bogotá tras tomar un taxi. Se sospecha que fue drogada con escopolamina o una sustancia similar, lo que le hizo perder la memoria del momento del robo y la incapacitó para reaccionar mientras le robaban dinero de sus tarjetas bancarias.
¿Cómo ocurrió el robo?
Tomó un taxi con un amigo después de un evento. El conductor los desvió, los obligó a bajarse en un lugar no deseado y, bajo los efectos de la droga, les robaron sus tarjetas y documentos, realizando posteriormente varias transacciones fraudulentas.
¿Cuánto dinero le robaron a Gabriela Moreno?
Según su reporte, le robaron un total de $4.023.000 (un retiro/compra de $4.000.000 y un tanqueo de gasolina de $23.000) de su tarjeta.
¿Su amigo también fue afectado?
Sí, el amigo que la acompañaba en el taxi también fue robado, perdiendo $550.000 de su tarjeta.
¿Por qué se sospecha el uso de escopolamina?
Aunque no sintió olor, Gabriela experimentó síntomas como mareo y una total pérdida de memoria del momento exacto en que entregó sus pertenencias, lo cual es característico de la intoxicación por escopolamina u otras sustancias que anulan la voluntad y la memoria.
¿Qué hizo Gabriela tras descubrir el robo?
Intentó bloquear sus tarjetas contactando a su banco, pero le informaron que el proceso tardaría aproximadamente 10 días.
La valentía de Gabriela Moreno al compartir su historia es un acto importante para generar conciencia sobre los riesgos latentes y la necesidad de medidas de seguridad más efectivas, tanto por parte de los ciudadanos como de las autoridades y las instituciones financieras. Su caso se suma a la larga lista de víctimas de la delincuencia en Bogotá y subraya la urgencia de abordar este problema de manera integral para garantizar la tranquilidad de todos.
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