02/05/2025
Cuando hablamos de Cornellà de Llobregat, una ciudad dinámica y con profunda historia en la comarca del Baix Llobregat, surge a menudo la curiosidad sobre cómo se denomina a sus habitantes. La respuesta es sencilla y directa: a la gente de Cornellà se le conoce como cornellanenses. Este gentilicio, arraigado en el propio nombre de la localidad, nos abre la puerta a explorar la identidad y el carácter de una población marcada por su ubicación estratégica, su evolución histórica y su rica vida cultural.

El nombre mismo de Cornellà tiene un origen antiguo, que nos remonta a la época romana. Proviene de la palabra latina Cornelianum, un topónimo que sugiere la existencia de una villa o propiedad rural perteneciente a alguien llamado Corneli. Esta raíz etimológica ya nos indica la larga trayectoria de asentamiento humano en este territorio, una historia que ha modelado el devenir y la idiosincrasia de los cornellanenses a lo largo de los siglos.
La Fascinante Historia de Cornellà de Llobregat
La historia de Cornellà es un relato apasionante influenciado por tres factores determinantes: su cercanía a la gran metrópoli de Barcelona, su función como territorio de paso fundamental en las vías de comunicación de entrada y salida de la capital catalana, y la presencia vital del río Llobregat. Aunque su nombre tiene un origen romano, las primeras referencias escritas datan del año 980. En aquel tiempo, ya existía una iglesia y, crucialmente, una torre de defensa erigida para protegerse de las incursiones sarracenas. Esta torre fue el germen de lo que hoy conocemos como el imponente Castillo de Cornellà, cuya estructura actual data principalmente del siglo XIV, aunque con reformas posteriores.
Durante el siglo XIII, Cornellà fue anexionada al territorio de Barcelona por un breve periodo. Posteriormente, formó parte de Las Franquesas del Llobregat, una época en la que la actividad agrícola era la dominante. El paisaje estaba salpicado de masos (masías), que constituyeron el motor económico y social hasta bien entrado el siglo XVIII. Un hito importante en la historia de la ciudad fue su separación de Barcelona en 1716, tras el Decreto de Nueva Planta, pasando a integrarse plenamente en la comarca del Baix Llobregat.
El siglo XIX trajo consigo transformaciones profundas. La inauguración del Canal de la Infanta en 1819 impulsó el regadío, diversificando la producción agrícola. Poco después, en 1854, la llegada del ferrocarril conectó aún más a Cornellà con su entorno, especialmente con Barcelona. Estas infraestructuras sentaron las bases para un incipiente proceso de industrialización. Durante un siglo, el sector textil se convirtió en la columna vertebral de la economía local. Este crecimiento industrial atrajo a nueva población y propició el desarrollo de núcleos urbanos diferenciados del centro histórico: los barrios de Riera, Almeda, Pedró, y la Gavarra.
La segunda mitad del siglo XX fue testigo de una explosión demográfica sin precedentes. A partir de 1950, la llegada masiva de nuevos habitantes, procedentes principalmente de otras regiones de España, aceleró exponencialmente el proceso de industrialización y urbanización. Se construyeron grandes barrios residenciales como Sant Ildefons en los años 60 y Fontsanta en 1974. Este crecimiento vertiginoso llevó a que Cornellà superara la cifra de 100.000 habitantes en 1979. Esta etapa también consolidó a la ciudad como un importante referente de la lucha obrera y social por la democracia durante los últimos años de la dictadura franquista, forjando un carácter reivindicativo y solidario en sus habitantes.
Patrimonio Arquitectónico: Testigos de la Historia Cornellanense
Cornellà atesora un rico patrimonio arquitectónico que refleja su evolución a lo largo de los siglos. Desde vestigios prerrománicos hasta imponentes edificaciones industriales y residenciales de la época dorada del Modernismo y el Noucentisme, cada edificio cuenta una parte de la historia de la ciudad y de sus habitantes.
En la entrada del ayuntamiento, por ejemplo, se conservan unas impresionantes Columnas románicas datadas en el siglo IX o X. Estas joyas del arte prerrománico catalán fueron descubiertas en 1928 y se cree que formaron parte de una iglesia primitiva del siglo V, ampliada en el siglo X. Su estilo y capiteles muestran similitudes con otros monumentos catalanes de la época y revelan la influencia del arte del Califato de Córdoba.
El Castillo de Cornellà, situado estratégicamente en una colina, es quizás el edificio más emblemático. Documentado desde 1204, comenzó como torre de defensa y evolucionó hasta convertirse en un gran casal gótico, reformado en el siglo XVII. Perdió su función militar para ser el centro de una extensa propiedad agrícola. Hoy, rehabilitado, alberga el archivo municipal y otros servicios, siendo un punto de referencia cultural.

Las masías son otro componente fundamental del patrimonio local, testigos de la importancia de la actividad agrícola. Destacan Can Manso (siglo XVI-XVIII), una de las más grandes con su configuración de planta basilical; Can Serra (siglo XVI-XVIII), de aspecto señorial; Can Valhonrat (siglo XVII-XX), construida como residencia familiar del propietario del Castillo; la Rectoría de Santa María (siglo XVI-XX), que nació como masía; Can Trabal (siglo XIV documentada, siglo XVIII reformas), antes conocida como Can Pato; Can Maragall (siglo XIV documentada, siglo XVIII reformas), que perteneció a la familia del poeta Joan Maragall; Can Tirel (siglo XVII-XVIII), reformada y hoy sede de una sociedad coral; y Can Rissuenyo (siglo XVIII), con detalles señoriales en su fachada.
El siglo XIX dejó su huella con edificaciones notables como el Palacio de Can Mercader (1865), un espléndido palacio romántico rodeado por el parque del mismo nombre. Hoy es el museo de la ciudad y un espacio para bodas civiles, albergando ricas colecciones. La Torre de la Miranda, de estilo neomudéjar y planta hexagonal, fue construida a finales del XIX como mirador y observatorio. La Estación de RENFE, de 1855, recuerda la llegada del ferrocarril. Can Gaya (1860) es otro edificio señorial de la época.
El Modernismo y el Noucentisme también tienen representación, como la Casa Camprubí (1927) de Josep Maria Jujol, en las afueras, y el antiguo Cinema Titan (1926), hoy biblioteca pública, con su distintiva torre noucentista.
El patrimonio industrial es igualmente relevante, testimonio del pasado fabril. La fábrica Fontanals i Suris (1897-1913), de estilo Modernismo industrial, es hoy el innovador Citilab. La Central de Bombeo de Aguas de Barcelona (1903-1907), obra de Josep Amargós, con su imponente chimenea, alberga el Museo Agbar de las Aguas. La fábrica Bagaria (1850-1920) y el conjunto de la fábrica y la colonia Rosés (1850-1920), un ejemplo único de colonias obreras del siglo XIX, completan este legado industrial.
La Iglesia de Santa María, construida a partir de 1940 sobre los restos de la anterior, destruida en la Guerra Civil, es el principal templo religioso de la ciudad.
Las Vibrantes Fiestas y Tradiciones Cornellanenses
Los cornellanenses son gente que sabe celebrar. La Fiesta Mayor, coincidiendo con la festividad del Corpus Christi a finales de mayo o principios de junio, es el evento más importante del calendario. Es un periodo de intensa actividad con más de 160 propuestas para todos los públicos, llenando calles, plazas y parques de color, música y tradición.
Entre los actos más destacados de la Fiesta Mayor se encuentran el Corndefoc, un espectacular pasacalles de fuego con la participación de grupos de Diables i Dracs; la Trobada Gegantera, con desfile de gigantes; las exhibiciones castelleras, donde los Castellers de Cornellà actúan junto a otras importantes colles catalanas; conciertos gratuitos con artistas reconocidos en la Plaça de Catalunya; el Populari; la fiesta Holi; el Corpusport; y el Piromusical, un castillo de fuegos artificiales sincronizado con música desde la Torre de la Miranda.
Además de la Fiesta Mayor, Cornellà es sede del Festival Internacional de Pallassos, un evento bienal de gran relevancia en Europa, que atrae a artistas y público de diversas partes. También se celebra el Corcanta, un festival de canto local.
Es notable cómo las fiestas se adaptan a las circunstancias, como la adaptación de actividades acuáticas debido a la sequía, o la inclusión de medidas de seguridad (autocares de refuerzo, Puntos Lila) y accesibilidad (retransmisiones con lengua de signos y audiodescripción) para hacer la fiesta más inclusiva y segura para todos los cornellanenses y visitantes.

Evento | Fecha (2024) | Fecha (2025) |
---|---|---|
Fiesta Mayor (Corpus Christi) - Inicio | 30 de mayo | 19 de junio |
Fiesta Mayor (Corpus Christi) - Final | 2 de junio | 22 de junio |
Fiesta Local 1 | 20 de mayo | 9 de junio |
Fiesta Local 2 | 31 de mayo | 20 de junio |
San Juan | 24 de junio | 24 de junio |
Diada Nacional de Catalunya | 11 de septiembre | 11 de septiembre |
Navidad | 25 de diciembre | 25 de diciembre |
San Esteban | 26 de diciembre | 26 de diciembre |
*(Nota: Las fechas de la Fiesta Mayor varían cada año ya que coinciden con la festividad del Corpus Christi. Las fechas indicadas para 2024 y 2025 corresponden a los días principales de la celebración según la información proporcionada, incluyendo las fiestas locales específicas de cada año que suelen enmarcar la semana festiva.)*
Cornellà: Un Presente Dinámico
Más allá de su historia y patrimonio, Cornellà es una ciudad viva y en constante evolución. La llegada del estadio Cornellà-El Prat en 2009, sede del RCD Espanyol, supuso un impulso para la zona, acompañado de la construcción del centro comercial Splau. La ciudad cuenta con diversas entidades culturales, deportivas y sociales que enriquecen la vida comunitaria de los cornellanenses, manteniendo vivas tradiciones y promoviendo nuevas actividades.
Preguntas Frecuentes sobre Cornellà
Q: ¿Cómo se llama la gente de Cornellà?
A: A los habitantes de Cornellà de Llobregat se les llama cornellanenses.
Q: ¿Cuál es el origen del nombre de Cornellà?
A: El nombre proviene del topónimo romano Cornelianum, que sugiere una propiedad rural.
Q: ¿Cuándo se celebra la fiesta mayor de Cornellà?
A: La fiesta mayor de Cornellà se celebra coincidiendo con la festividad del Corpus Christi, generalmente a finales de mayo o principios de junio. Las fechas exactas varían cada año.
Q: ¿Qué edificios históricos importantes hay en Cornellà?
A: Destacan el Castillo de Cornellà, el Palacio de Can Mercader (actual museo), la Torre de la Miranda, diversas masías históricas (como Can Manso o Can Maragall), y edificios de arquitectura industrial y Modernismo como la Central de Bombeo de Aguas (Museo Agbar) o la fábrica Fontanals i Suris (Citilab).
Q: ¿Qué significa el nombre Cornellà?
A: Etimológicamente, se relaciona con el topónimo romano Cornelianum. El nombre en sí no tiene un significado literal en catalán o español moderno, sino que es un derivado de ese nombre propio romano.
Q: ¿Es Cornellà una ciudad industrial?
A: Históricamente, sí. El sector textil fue muy importante desde el siglo XIX. Aunque la industria sigue presente, la economía se ha diversificado y la ciudad ha crecido significativamente como núcleo urbano y de servicios, manteniendo y reconvirtiendo parte de su patrimonio industrial.
Conclusión
En definitiva, ser cornellanense implica formar parte de una comunidad con raíces profundas, forjada a lo largo de siglos por su estratégica posición, su evolución de villa rural a motor industrial y gran núcleo urbano. Los habitantes de Cornellà son herederos de una historia rica, guardianes de un patrimonio diverso y protagonistas de unas fiestas que reflejan su vitalidad y su capacidad de adaptación. Conocer su gentilicio es solo el primer paso para descubrir la identidad de esta fascinante ciudad del Baix Llobregat.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Cornellanenses: La Gente de Cornellà puedes visitar la categoría Radio.