¿Cómo se comporta una persona con fibromialgia?

Fibromialgia: Dolor, Fatiga y Mas

24/08/2024

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La fibromialgia es una enfermedad crónica compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza principalmente por causar dolor generalizado, rigidez y sensibilidad en los músculos, tendones y articulaciones. Sin embargo, sus manifestaciones van mucho más allá del dolor físico, impactando significativamente la calidad de vida de quienes la padecen con una variedad de síntomas adicionales.

¿Qué es FM en neurología?
Introducción. La fibromialgia (FM) es una enfermedad de etiología desconocida que se caracteriza por dolor muscular generalizado, trastornos del sueño, fatiga y diversas molestias neurológicas ( 1 ).

¿Qué es Exactamente la Fibromialgia?

La fibromialgia (FM) es una de las afecciones más comunes que afectan a los músculos, manifestándose con dolor, rigidez y sensibilidad. A diferencia de otras enfermedades reumatológicas, la fibromialgia no causa daño a los tejidos ni deformidad, y los tejidos involucrados no presentan inflamación. A pesar de esto, el dolor puede ser potencialmente incapacitante.

El dolor generalizado suele afectar áreas como el cuello, los glúteos, los hombros, los brazos, la espalda y el pecho. Históricamente, un criterio importante para el diagnóstico era la presencia de "puntos sensibles" (tender points), que son áreas específicas del cuerpo donde la presión digital provoca dolor generalizado y espasmos musculares. Estos puntos se localizan en diversas zonas a ambos lados del cuerpo, como el occipucio, cervicales, trapecios, supraespinosos, segunda costilla, epicóndilos laterales, glúteo, trocánter mayor y rodillas.

Se estima que la fibromialgia afecta a un porcentaje significativo de la población adulta, siendo uno de los trastornos de dolor crónico generalizado más comunes. Es el segundo trastorno más observado por los reumatólogos, solo después de la artrosis, y representa una subpoblación importante de pacientes en la atención primaria.

Síntomas que Acompañan el Dolor

Además del dolor muscular y la rigidez, la fibromialgia se asocia con una constelación de otros síntomas que pueden ser igual o más debilitantes. La fatiga y el cansancio son quejas universales entre los pacientes con FM. Esta fatiga a menudo está ligada a problemas de sueño, que son muy frecuentes e incluyen sueño no reparador, insomnio, despertares tempranos y mala calidad de sueño. Estudios han demostrado que la calidad del sueño es significativamente menor en pacientes con fibromialgia y que la falta de sueño empeora los síntomas de dolor.

Las alteraciones del sueño están relacionadas con la falta de energía observada en estos pacientes. La presencia de patrones alfa-delta en estudios de polisomnografía, asociados con sueño interrumpido y no reparador, es común en la fibromialgia. Estas alteraciones pueden afectar la producción de hormonas importantes para la reparación muscular, prolongando la percepción del dolor y manteniendo un ciclo de fatiga y dolor.

Los pacientes con fibromialgia también experimentan con frecuencia problemas cognitivos, a veces descritos como "fibroniebla" o "fibroneblina". Estos problemas pueden incluir dificultades con el pensamiento, la memoria y la concentración. Otros síntomas comunes abarcan rigidez muscular y articular, entumecimiento u hormigueo (parestesias) en brazos y piernas, y sensibilidad aumentada a estímulos como la luz, el ruido, los olores y la temperatura.

Es importante señalar que las personas con fibromialgia tienen una mayor probabilidad de padecer ciertas afecciones coexistentes, como el síndrome de intestino irritable, el trastorno témporo-mandibular, trastornos afectivos mayores (como la ansiedad y la depresión) y, en ocasiones, enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide, la osteoartritis y el lupus eritematoso sistémico. La presencia de estas condiciones puede complicar tanto el diagnóstico como el tratamiento de la fibromialgia.

Posibles Causas y Factores de Riesgo

La etiología exacta de la fibromialgia sigue siendo desconocida, lo que contribuye a su complejidad. Sin embargo, la investigación reciente ha comenzado a desentrañar algunos de los misterios de esta enfermedad, sugiriendo que involucra una serie de factores interrelacionados. Parece que el cerebro de las personas con fibromialgia procesa el dolor de manera diferente, pudiendo sentir dolor ante estímulos que no lo provocarían en otras personas y teniendo una reacción más severa al mismo.

La fisiopatología implica posibles anomalías en el sistema nervioso autónomo y neuroendocrino. Factores genéticos también parecen desempeñar un papel, ya que la fibromialgia puede ser hereditaria. Los familiares de primer grado de pacientes con FM tienen un riesgo significativamente mayor de padecerla.

Las variables psicosociales y el estrés medioambiental también están implicados. Los pacientes a menudo informan del inicio de los síntomas después de un evento desencadenante, como un traumatismo físico (accidente automovilístico, cirugía, otra lesión, a menudo en la región occipital), infecciones (como la enfermedad de Lyme o la hepatitis C) o estrés psicológico significativo (como problemas laborales, familiares o historia de abuso). Curiosamente, la FM es mucho más común después de lesiones de cuello que de extremidades inferiores.

La investigación sugiere que pueden existir deficiencias en los niveles de ciertos neurotransmisores en el sistema nervioso central, como la serotonina, la norepinefrina y la dopamina, que son importantes en las vías de inhibición del dolor y en la regulación del estado de ánimo. La alteración de la respuesta de adaptación al estrés, mediada por el eje hipotálamo-hipófisis, también se ha observado en la fibromialgia, lo que podría contribuir a la aparición de los síntomas.

¿Qué es un paciente con FM?
El síndrome de fibromialgia (FM) es una enfermedad crónica que causa dolor, rigidez y sensibilidad en músculos, tendones y articulaciones. También se caracteriza por alteraciones del sueño, cansancio, fatiga, ansiedad, depresión y alteraciones en las funciones intestinales.

Existen factores de riesgo bien identificados. Además de la predisposición familiar, el sexo es un factor importante: las mujeres son diagnosticadas con FM aproximadamente 7 veces más a menudo que los hombres. La probabilidad de desarrollarla también aumenta con la edad, siendo más común en la edad mediana. Tener ciertas enfermedades preexistentes, como lupus, artritis reumatoide u osteoartritis, también aumenta el riesgo.

La Dimensión Neurológica de la Fibromialgia

Aunque tradicionalmente vista como un trastorno musculoesquelético, la fibromialgia presenta una fuerte conexión con el sistema nervioso. Los síntomas neurológicos son comúnmente reportados por los pacientes con FM, incluyendo parestesias, visión borrosa, entumecimiento y debilidad. El entumecimiento, por ejemplo, puede estar presente hasta en un 84% de los individuos.

Investigaciones recientes, incluyendo estudios controlados y ciegos, han demostrado que los individuos con FM exhiben anormalidades objetivas en el examen neurológico en comparación con controles sanos. Estas anormalidades incluyen hallazgos en nervios craneales (especialmente IX y X), alteraciones sensoriales (en sensación de pinprick, temperatura, vibración, analgesia/anestesia), hallazgos motores (debilidad, control motor fino alterado) y problemas de la marcha (particularmente en la marcha en tándem). Por ejemplo, la debilidad y el hormigueo en brazos y piernas, así como el pobre equilibrio, son síntomas neurológicos muy frecuentes en pacientes con FM que se correlacionan con hallazgos objetivos en el examen.

Estos hallazgos neurológicos objetivos, junto con los síntomas reportados, sugieren la posibilidad de que existan causas neuroanatómicas en algunos pacientes con fibromialgia, como malformaciones de Chiari I, estenosis del canal espinal o compresión cervical posicional. Aunque esta es un área de investigación y debate, subraya la importancia de realizar exámenes neurológicos cuidadosos en todos los pacientes con FM, especialmente en aquellos con quejas neurológicas.

Proceso de Diagnóstico de la Fibromialgia

El diagnóstico de la fibromialgia puede ser desafiante y a menudo requiere la evaluación por parte de varios profesionales de la salud. Una de las principales dificultades es que no existe una prueba específica para confirmarla, y sus síntomas principales (dolor, fatiga) son comunes a muchas otras afecciones. Por lo tanto, la fibromialgia es típicamente un diagnóstico de exclusión; es decir, se diagnostica basándose en los síntomas característicos una vez que se han descartado otras enfermedades que podrían causar síntomas similares.

El proceso diagnóstico generalmente implica:

  1. Una historia clínica detallada, con preguntas exhaustivas sobre los síntomas del paciente.
  2. Un examen físico completo.
  3. Pruebas de laboratorio y de imagen para descartar otras condiciones. Estas pruebas pueden incluir hemograma completo, velocidad de sedimentación globular, factor reumatoide, anticuerpos antinucleares, pruebas de función tiroidea (TSH, T3, T4), CPK, vitamina D, PCR, y pruebas de función renal y hepática. Es crucial entender que los rayos X, análisis de sangre específicos para inflamación, resonancias u otras pruebas suelen ser normales en casos de fibromialgia pura.

Históricamente, el diagnóstico se basaba en los criterios del American College of Rheumatology (ACR) de 1990, que requerían una historia de dolor generalizado de al menos tres meses de duración, dolor en ambos lados del cuerpo por encima y por debajo de la cintura, y dolor a la palpación en 11 de los 18 puntos sensibles específicos.

Más recientemente, el ACR propuso nuevos criterios diagnósticos que buscan ser más adecuados para su uso en atención primaria y que incluyen una evaluación más integral de los síntomas. Estos nuevos criterios reemplazan el recuento de puntos sensibles por un Índice de Dolor Generalizado (WPI) y una escala de Severidad de Síntomas (SS).

Comparativa de Criterios Diagnósticos (ACR 1990 vs. Nuevos Criterios ACR)

CriterioACR 1990Nuevos Criterios ACR
Historia de Dolor GeneralizadoSí (>= 3 meses)Sí (reflejado en WPI)
Distribución del DolorAmbos lados, arriba y abajo de la cinturaEvaluación en 19 regiones corporales (WPI)
Evaluación de Puntos SensiblesDolor en >= 11 de 18 puntos específicos a la palpaciónReemplazado por Índice de Dolor Generalizado (WPI)
Síntomas AdicionalesNo incluidos formalmente en el criterio principalIncluye Fatiga, Sueño no reparador, Síntomas cognitivos y Síntomas somáticos generales (Evaluados en la escala SS)
Diagnóstico Basado enHistoria de dolor + Recuento de puntos sensiblesPuntuación WPI (0-19) y Puntuación SS (0-12)
Umbral DiagnósticoDolor generalizado + >= 11/18 puntos sensibles(WPI >= 7 y SS >= 5) O (WPI 3-6 y SS >= 9)

Según los nuevos criterios, el Índice de Dolor Generalizado (WPI) se calcula sumando el número de las 19 regiones corporales donde el paciente ha experimentado dolor en la última semana (puntuación de 0 a 19). La escala de Severidad de Síntomas (SS) se obtiene puntuando la fatiga, el sueño no reparador, los síntomas cognitivos y los síntomas somáticos generales (como dolor de cabeza, debilidad, problemas intestinales, náuseas, mareos, entumecimiento/hormigueo, pérdida de cabello) en una escala de 0 a 3 cada uno, sumando un total de 0 a 12. El diagnóstico se realiza si el WPI es de al menos 7 y el SS es de al menos 5, o si el WPI es de 3 a 6 y el SS es de al menos 9.

Manejo y Tratamiento de la Fibromialgia

Dado el carácter multidimensional de la fibromialgia, su manejo requiere un enfoque multidisciplinario que aborde tanto los aspectos físicos como los psicológicos de la enfermedad. El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

Abordaje No Farmacológico

La investigación y la experiencia clínica indican que las terapias no farmacológicas son fundamentales en el manejo de la FM. La educación del paciente es crucial; comprender la naturaleza de la enfermedad y la interacción "mente/cuerpo" puede ayudar a los pacientes a aceptar y seguir las sugerencias de tratamiento. Es vital evitar la percepción de que los síntomas son "solo en su cabeza".

Las estrategias no farmacológicas incluyen:

  • Ejercicio: La actividad física regular, adaptada a las capacidades del paciente, es una de las intervenciones más efectivas para reducir el dolor y mejorar la función.
  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Ayuda a los pacientes a desarrollar estrategias de afrontamiento, modificar pensamientos negativos sobre el dolor y mejorar el manejo de los síntomas.
  • Técnicas de Relajación: Como la meditación, el yoga o la respiración profunda, pueden ayudar a reducir la tensión muscular y el estrés.
  • Higiene del Sueño: Establecer rutinas y hábitos que promuevan un sueño reparador es esencial para combatir la fatiga.
  • Ritmo de Actividad: Aprender a equilibrar la actividad y el descanso para evitar exacerbar los síntomas ("recuperar la función").
  • Educación: Informar al paciente sobre la enfermedad, sus mecanismos y opciones de manejo.

Un acrónimo útil para recordar los principios no farmacológicos es EXPRESS, que incluye Ejercicio, comorbilidad Psiquiátrica (abordando ansiedad/depresión), Recuperar la función (ritmo de actividad) y Educación.

¿Qué es la fibromialgia y qué lo provoca?
La fibromialgia es una afección crónica (de larga duración) que causa dolor en todo el cuerpo, fatiga y otros síntomas. No tiene cura, pero los tratamientos pueden aliviar los síntomas.

Tratamiento Farmacológico

Existe una variedad de agentes farmacológicos utilizados para controlar los síntomas de la fibromialgia, aunque no todos cuentan con la misma evidencia o aprobación formal. La FDA ha indicado formalmente solo tres medicamentos para la fibromialgia:

  • Duloxetina: Un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN).
  • Milnacipran: Otro IRSN.
  • Pregabalina: Un anticonvulsivo.

A pesar de que solo estos tres están formalmente aprobados, otros agentes son utilizados por médicos y pacientes con diversos grados de éxito para manejar los síntomas. Estos pueden incluir AINEs, acetaminofén, opioides, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), antiespasmódicos, agonistas de dopamina, hipnóticos, benzodiacepinas y relajantes musculares. Sin embargo, solo cuatro agentes farmacológicos, incluyendo algunos de los aprobados, tienen respaldo de ensayos multicéntricos para su uso en FM: amitriptilina, pregabalina, milnacipran y duloxetina.

Vivir con Fibromialgia

Comprender cómo se comporta una persona con fibromialgia implica reconocer que viven con un trastorno crónico que amplifica las sensaciones de dolor. Esto no solo afecta su cuerpo, sino también su energía, su capacidad para dormir bien, su memoria y su estado de ánimo. La fatiga y los problemas cognitivos pueden dificultar las tareas diarias y laborales. La coexistencia frecuente con ansiedad y depresión añade otra capa de complejidad al cuadro clínico.

Es fundamental para quienes rodean a una persona con fibromialgia entender que sus síntomas son reales y debilitantes, a pesar de la falta de signos visibles de daño o inflamación. El apoyo social y la comprensión son componentes importantes para el bienestar del paciente.

Preguntas Frecuentes sobre la Fibromialgia

¿Es la fibromialgia una enfermedad real?

Sí, la fibromialgia es reconocida como una condición médica crónica y compleja por las principales organizaciones de salud y reumatología. Aunque su fisiopatología no se comprende completamente y no hay una única prueba diagnóstica, los síntomas son reales y tienen un impacto significativo en la vida de los pacientes.

¿La fibromialgia causa inflamación en los tejidos?

No, una característica distintiva de la fibromialgia es que, a pesar del dolor y la rigidez, no está asociada con inflamación de los músculos, tendones o articulaciones. Los tejidos no desarrollan daño o deformidad a causa de la FM.

¿Existe una cura para la fibromialgia?

Actualmente, no existe una cura para la fibromialgia. Sin embargo, los tratamientos disponibles, tanto farmacológicos como no farmacológicos, pueden ser muy efectivos para aliviar los síntomas, mejorar la función y la calidad de vida de los pacientes.

¿Por qué es difícil diagnosticar la fibromialgia?

El diagnóstico es difícil porque no hay una prueba específica y sus síntomas principales (dolor, fatiga) se superponen con muchas otras condiciones médicas. Requiere una evaluación cuidadosa de la historia clínica, un examen físico y la exclusión de otras enfermedades mediante pruebas de laboratorio y de imagen.

¿Son los problemas neurológicos parte de la fibromialgia?

Sí, los síntomas neurológicos como entumecimiento, hormigueo, debilidad y problemas de equilibrio son comunes en la fibromialgia. Investigaciones recientes sugieren que puede haber hallazgos neurológicos objetivos en el examen físico en pacientes con FM, lo que subraya la complejidad neurológica de la condición.

¿Puede la fibromialgia ser hereditaria?

Sí, la genética parece influir en la fibromialgia. Las personas con antecedentes familiares de FM tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollarla.

Conclusiones

La fibromialgia es una patología que representa un desafío diagnóstico debido a su naturaleza de exclusión y su frecuente asociación con otros trastornos. Su carácter multidimensional, que abarca dolor crónico, fatiga, trastornos del sueño, problemas cognitivos y síntomas neurológicos, exige una identificación adecuada y un abordaje de tratamiento integral y multidisciplinario. Aunque su etiología sigue siendo en parte desconocida, los avances en la comprensión de su fisiopatología y los nuevos criterios diagnósticos más inclusivos están ayudando a mejorar el reconocimiento y manejo de esta compleja enfermedad, con el objetivo final de mejorar significativamente la calidad de vida de quienes viven con ella.

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