18/06/2024
La historia de la radiodifusión en España está intrínsecamente ligada a la emisora considerada la voz oficial del país durante gran parte de su existencia: Radio Nacional de España. Fundada en un momento convulso de la historia española, su trayectoria refleja no solo la evolución tecnológica de la radio, sino también los profundos cambios políticos y sociales que ha experimentado la nación.

Orígenes en la Guerra Civil (1937-1939)
El nacimiento de Radio Nacional de España se sitúa en plena Guerra Civil, un periodo donde la radio demostró ser una herramienta de propaganda y comunicación de incalculable valor. Fue el 19 de enero de 1937, en Salamanca, cuando el militar José Millán-Astray fundó esta emisora. Adoptando el adjetivo «nacional» que identificaba al bando sublevado, RNE dependía directamente de la recién creada Delegación del Estado para Prensa y Propaganda, lo que subraya su función primordial desde el principio: servir como altavoz del nuevo régimen en construcción.
Los primeros estudios se ubicaron en el histórico palacio de Anaya de Salamanca, compartiendo sede con la Oficina de Prensa y Propaganda. La primera señal salió al aire desde un frontón cercano ya desaparecido. El periodista Jacinto Miquelarena fue su primer director, marcando el inicio de una larga lista de profesionales al frente de la emisora.
Un factor clave en sus inicios fue la ayuda internacional recibida por el bando sublevado. El primer emisor potente, un equipo Telefunken con una potencia de veinte kilovatios (20 kW), fue un regalo de la Alemania nazi. Esta tecnología permitió a RNE alcanzar una audiencia significativa y competir en el éter con las emisoras del bando republicano y las internacionales, consolidando su papel en la guerra propagandística que se libraba en paralelo al conflicto armado.
A partir del 14 de junio de 1937, RNE asumió oficialmente la cabecera de la radio del bando sublevado, relevando a Radio Castilla de Burgos, que hasta entonces había coordinado la información y propaganda que debían emitir todas las emisoras bajo su control. Esta centralización reforzó el mensaje único que se quería transmitir a la población, asegurando que la versión oficial de los acontecimientos llegara de forma coordinada a los territorios controlados por el bando sublevado.
Durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, antes del cambio de rumbo en el conflicto global (marcado por eventos como el desembarco aliado en Italia en 1943 o la batalla de Stalingrado), Radio Nacional de España colaboró activamente con las potencias del Eje. Esta colaboración se materializaba en la retransmisión de los noticiarios en español de las radios oficiales alemana e italiana, alineando la información difundida en España con la visión de Berlín y Roma y reflejando la afinidad ideológica del régimen franquista con estas potencias.
El Monopolio Informativo durante la Dictadura Franquista (1939-1975)
Tras el fin de la Guerra Civil en 1939, la gestión de la radiodifusión estatal, personificada en RNE, se convirtió en un asunto de gran relevancia para el nuevo régimen. Su dependencia orgánica fue variando a lo largo de los años, reflejando la importancia estratégica que se le otorgaba y las reestructuraciones ministeriales. Pasó por la Subsecretaría de Prensa y Propaganda (dentro del Ministerio de Gobernación) entre 1940 y 1941, la Vicesecretaría de Educación Popular (1941-1945), la Subsecretaría de Educación Popular (dentro del Ministerio de Educación Nacional) entre 1945 y 1951 y, finalmente, a partir de 1951, el recién creado Ministerio de Información y Turismo, que controlaría tanto la radio como la incipiente televisión (TVE).
Pero el control no era solo burocrático; era total y absoluto sobre la información. Una de las medidas más significativas y duraderas, que definió el panorama radiofónico español durante casi cuatro décadas, fue la orden dictada por Francisco Franco el 6 de octubre de 1939. Esta orden impuso, por un lado, la censura previa de la programación de todas las emisoras privadas de radio, que debían someter sus contenidos al escrutinio de las autoridades de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista. Por otro lado, y de forma crucial, otorgaba a Radio Nacional de España la exclusiva de los servicios informativos. Esto significaba que ninguna emisora privada en España tenía permitido elaborar ni emitir sus propios noticiarios; la información era un monopolio estatal.
Como consecuencia directa de esta orden, todas las estaciones de radio en España, tanto las públicas de RNE como las privadas, estaban obligadas a conectar con Radio Nacional de España para transmitir los diarios hablados oficiales. Estos noticiarios, emitidos habitualmente al mediodía y por la noche, se conocían popularmente como «el parte». El término, de origen militar, evocaba directamente los partes de guerra y simbolizaba el carácter autoritario, centralizado y casi marcial de la información difundida por el régimen.
La sintonía de «el parte» se hizo célebre y reconocible para varias generaciones de españoles. Se iniciaba con el toque de atención de un cornetín y, posteriormente, con la adaptación de una llamada militar histórica del siglo XV conocida como la «Generala». Al finalizar, se recitaba la invocación «Gloriosos caídos por Dios y por España. ¡Presentes!» seguida del Himno Nacional. Esta ceremonia sonora reforzaba el mensaje ideológico, patriótico y de exaltación de los vencedores de la guerra civil, convirtiendo el noticiario en un ritual diario del régimen.
En este contexto de monopolio informativo y censura, la única vía para que los españoles accedieran a noticias diferentes de la versión oficial eran las emisiones en español de radios extranjeras como la BBC de Londres, Radio Francia Internacional, o la clandestina Radio España Independiente, conocida popularmente como La Pirenaica. Esta última, operada por el Partido Comunista de España desde Bucarest (Rumanía), se convirtió en un símbolo de la resistencia informativa y un oasis de pluralidad frente a la información controlada.
Paralelamente a las emisiones nacionales, RNE comenzó a desarrollar y potenciar su servicio exterior. Aunque ya había habido emisiones puntuales para el exterior durante la guerra, fue en abril de 1945 cuando se instaló el primer centro emisor importante de onda corta en Arganda del Rey (Madrid), dotado con un potente emisor de 40 kW para la época. Este servicio, que emitía en español y otros idiomas, inicialmente se centró en América, buscando mantener el vínculo con los países hispanohablantes y proyectar la imagen del nuevo Estado español.
El avance de RNE en esta etapa fue lento, marcado por la penuria de medios económicos tras la guerra y el aislamiento internacional del régimen, que impidió su ingreso en la prestigiosa Unión Europea de Radiodifusión (UER) hasta 1955. A pesar de las dificultades, se fueron incorporando innovaciones técnicas importantes que modernizaron la radiodifusión pública, como la Frecuencia Modulada (FM) y las emisiones estereofónicas, especialmente a finales de los años 50 y principios de los 60. La FM, con su mayor calidad de sonido, se perfilaría como el medio ideal para la difusión musical.
En 1964, RNE experimentó una reestructuración significativa de su red de emisión nacional. Se creó una red de centros emisores territoriales equipados con potentes emisores de onda media (con potencias que oscilaban entre los 250 y 500 kW). Esta red buscaba garantizar una cobertura total del territorio español y alcanzar en condiciones aceptables de buena parte de Europa. Aunque estos centros emitían principalmente la misma señal centralizada desde los estudios de Madrid, al estar interconectados, también disponían de estudios locales en sus cabeceras territoriales para ofrecer información y programación propia en determinados intervalos horarios, sentando las bases de una programación más regionalizada y cercana a la audiencia local.
La oferta programática de RNE también se amplió y diversificó. En noviembre de 1965 nació el segundo programa, que con el tiempo se llamaría Radio 2 (y desde 1994, Radio Clásica). Emitido fundamentalmente a través de la red de FM, se dedicó de manera específica a la música, aprovechando las especiales cualidades que para ello ofrecía este método de transmisión en cuanto a fidelidad de sonido. Además, se creó una cadena paralela con carácter más comercial, denominada Radio Peninsular, que coexistió con las otras emisoras de RNE hasta su desaparición gradual en los años 70 y 80 (excepto su emisora de Barcelona, que aguantó hasta 1984).
En 1971, RNE inauguró un nuevo y más potente centro emisor de onda corta en Noblejas (Toledo) para potenciar el servicio exterior. Este nuevo centro, que superaba con mucho las capacidades del de Arganda, permitió una mayor cobertura global para el servicio que pasaría a denominarse Radio Exterior de España. En 1975, este servicio fue reorganizado, priorizando las emisiones destinadas a los emigrantes españoles en todo el mundo, buscando mantener el contacto con la diáspora, y eliminando las emisiones en lenguas eslavas que hasta entonces se venían transmitiendo con destino a los países tras el Telón de Acero.
Transición y Reestructuración en Democracia (1977-2007)
La llegada de la democracia a España trajo consigo cambios fundamentales y necesarios en el panorama radiofónico, acordes con los nuevos principios de libertad de expresión y pluralidad informativa. Uno de los más trascendentales fue la supresión, el 25 de octubre de 1977, de la obligatoriedad de conexión de las emisoras privadas con Radio Nacional de España para la emisión de sus diarios hablados, «el parte». Este hito marcó el fin del monopolio informativo de RNE que había durado casi 40 años y permitió a cada emisora privada elaborar y difundir sus propios noticiarios, abriendo la puerta a la pluralidad informativa y a la competencia en el ámbito de la información radiofónica.
En 1979, se extendió a todo el territorio nacional el tercer programa de RNE, conocido desde entonces como Radio 3. Este programa, que venía funcionando de forma experimental solo en Madrid desde 1953 con contenidos de carácter educativo y cultural, amplió y diversificó su programación para incluir temas musicales, especialmente alternativos e independientes, y otras manifestaciones culturales, consolidándose como una emisora de referencia en estos ámbitos y con una audiencia fiel entre el público joven y culturalmente inquieto.
Además de RNE y las emisoras privadas, durante la dictadura habían operado otras cadenas semioficiales vinculadas a las estructuras del régimen, autorizadas pero no estrictamente privadas, como la Cadena de Emisoras Sindicales (C.E.S.), la Red de Emisoras del Movimiento y la Cadena Azul de Radiodifusión (dependiente de la Organización Juvenil). Con la disolución de estas estructuras al llegar la democracia, sus emisoras fueron agrupadas en 1981 bajo una nueva sociedad estatal creada para gestionarlas: Radio Cadena Española (R.C.E.). Esta nueva cadena pública coexistió con RNE.
La integración de estas emisoras en RCE no estuvo exenta de problemas y requirió un proceso de racionalización. Algunas tuvieron que ser clausuradas porque sus frecuencias de emisión no estaban asignadas legalmente a España según los convenios internacionales sobre distribución del espectro radioeléctrico, heredadas de una época de menor control y planificación radiofónica. Este proceso buscaba ordenar el mapa radiofónico público y cumplir con la normativa internacional.
Otro cambio simbólico y cultural importante se produjo en 1981: se dejó de emitir el tradicional rezo del ángelus en RNE. Fue sustituido por unas campanadas y un mensaje informativo que avisaba de la hora del ángelus, eliminando la música del Avemaría de Franz Schubert y el texto del rezo. Este cambio reflejaba una mayor secularización del Estado y una adaptación del servicio público de radio a los nuevos tiempos democráticos.
En 1989, en un movimiento de consolidación y simplificación del sector público radiofónico, las aproximadamente 70 emisoras que formaban Radiocadena Española se fusionaron bajo la marca única de Radio Nacional de España. De esta fusión nació Radio 4 de RNE, concebida inicialmente como una cadena de ámbito autonómico, con 24 emisoras en frecuencia modulada dedicadas a la programación regional y local.
Sin embargo, Radio 4 no tuvo el éxito esperado a nivel nacional. Su elevado coste económico de mantenimiento y su escasa audiencia en la mayoría de los territorios llevaron a su progresiva desaparición como cadena diferenciada a nivel estatal. La mayoría de sus emisoras cesaron sus emisiones autónomas el 24 de julio de 1991, pasando a conectar con la programación de Radio 1 (la actual Radio Nacional de RNE). Solo la emisora de Sevilla se mantuvo en antena con programación propia hasta la clausura de la Exposición Universal de 1992, mientras que la emisora de Cataluña, Ràdio 4, ha logrado mantener sus emisiones en catalán hasta la actualidad, constituyendo una excepción notable dentro de la estructura de RNE.
Las 46 emisoras restantes de la extinta Radiocadena Española que no se integraron en Radio 4 dieron origen a Radio 5 en 1989. Inicialmente concebida como una cadena de ámbito local y con un marcado carácter comercial para intentar ser rentable, su baja rentabilidad motivó una transformación radical de su modelo. El 18 de abril de 1994, Radio 5 se reconvirtió en una radiofórmula íntegramente informativa, adoptando el subtítulo Todo Noticias. Este cambio la convirtió en la primera emisora nacional dedicada exclusivamente a la información continua las 24 horas del día, un modelo que se consolidaría en el panorama radiofónico español.
La evolución institucional de RNE culminó (en el periodo que abarca este texto) el 1 de enero de 2007. Con la extinción del Ente Público RTVE y el nacimiento de la Corporación RTVE, Radio Nacional de España dejó de existir formalmente como una sociedad mercantil estatal independiente y entró en un estado de disolución-liquidación, pasando a integrarse plenamente en la nueva estructura corporativa como una dirección general más dentro del holding público de medios, perdiendo su personalidad jurídica propia.
Preguntas Frecuentes sobre Radio Nacional de España
A continuación, respondemos algunas de las preguntas más comunes sobre la historia y características de RNE, basadas en la información proporcionada:
¿Cuál es la radioemisora oficial de España?
Tradicionalmente, la emisora pública principal y considerada la voz del Estado ha sido Radio Nacional de España (RNE). Aunque en la actualidad es una dirección más dentro de la Corporación RTVE, mantiene ese rol de servicio público nacional.
¿Cuándo y dónde se fundó Radio Nacional de España?
RNE fue fundada el 19 de enero de 1937 en Salamanca, durante la Guerra Civil española.
¿Quién fundó RNE?
Fue fundada por el militar José Millán-Astray.
¿Qué era "el parte"?
"El parte" era el nombre popular de los diarios hablados obligatorios que Radio Nacional de España emitía durante la dictadura franquista. Debido al monopolio informativo de RNE, todas las emisoras de radio en España (públicas y privadas) debían conectar con RNE para transmitirlos.
¿Por qué las emisoras privadas tenían que conectar con RNE para los noticiarios durante el franquismo?
Esto se debía a una orden dictada por Francisco Franco el 6 de octubre de 1939 que, entre otras cosas, otorgó a Radio Nacional de España la exclusiva de los servicios informativos, prohibiendo a las emisoras privadas elaborar los suyos propios.
¿Qué es Radio Exterior de España?
Es el servicio de RNE encargado de las emisiones internacionales, utilizando principalmente la onda corta y las plataformas digitales, dirigido a los españoles residentes en el extranjero y a oyentes interesados en España en todo el mundo.
¿Qué fue Radio Cadena Española (RCE)?
Fue una sociedad estatal creada en 1981 para agrupar y gestionar las emisoras que pertenecían a las antiguas cadenas semioficiales del régimen franquista (Cadena de Emisoras Sindicales, Red de Emisoras del Movimiento, Cadena Azul de Radiodifusión), antes de que la mayoría de ellas fueran integradas en RNE en 1989.
¿Qué ocurrió con las cadenas Radio 4 y Radio 5?
Radio 4 nació en 1989 de la fusión de RCE en RNE como cadena autonómica, pero desapareció a nivel nacional en 1991 por su elevado coste y escasa audiencia (excepto en Cataluña, donde se mantiene). Radio 5 también nació en 1989 de RCE como cadena local y comercial, pero se transformó en 1994 en una radiofórmula informativa continua (Radio 5 Todo Noticias) debido a su baja rentabilidad inicial.
La trayectoria de Radio Nacional de España es un reflejo fascinante de la historia contemporánea de España, desde su papel como herramienta de propaganda en la guerra y la dictadura, hasta su consolidación como servicio público en democracia, adaptándose constantemente a los cambios tecnológicos y sociales para seguir siendo una referencia en el panorama radiofónico del país y una voz importante en el ámbito de la comunicación pública.
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